Ayer a las once de la noche unos 30 miembros de la PAH Barcelona fueron desalojados por el cuerpo de antidisturbios de los Mossos d’Esquadra de la oficina de Catalunya Caixa de Paseo de Gracia que ocupaban para denunciar el caso de un matrimonio septuagenario al cual la entidad quiere desahuciar.
La negativa de Catalunya Caixa a dialogar y negociar, así como la respuesta policial, son una respuesta intolerable por parte de una entidad rescatada con dinero público y conocida por sus prácticas usureras y abusivas.
La PAH se reafirma en su demanda de dación en pago y alquiler social asequible y vitalicio para Maria y Jorge, convocando a una nueva acción de protesta para el próximo martes enfrente de la misma sucursal.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Barcelona llevaba ayer más de 30 horas ocupando distintas oficinas de Catalunya Caixa para intentar presionar a negociar a la entidad ante un caso límite. La respuesta del banco fue enviar a los Mossos d’Esquadra para que desalojaran la sucursal de Catalunya Caixa de La Pedrera -en el cruze entre Paseo de Gracia y Provença- dónde la PAH pretendía pasar la segunda noche de protesta. Durante todo el día de ayer, la Plataforma había ocupado dicha oficina de forma pacífica, recibiendo muestras de solidaridad por parte de muchísima gente que pasaba por allí y de los comercios del barrio.
Unas horas antes de que se produjera el desalojo, más de un centenar de personas se habían acercado a dar apoyo en la oficina ocupada, donde se improvisó la estrena del documental ‘Siete días en la PAH’. Cuando acabó el acto se llevó a cabo una asamblea para tratar de buscar la manera de desbloquear la difícil negociación con Catalunya Caixa. La reunión fue interrumpida por los mediadores de los Mossos, que comunicaron a los miembros de la PAH que el juez ya había dictado orden de desalojo a petición de la entidad y que media hora después los agentes antidisturbios ejecutarían el desalojo.
Ante la negativa de Catalunya Caixa de dialogar y negociar, la decisión de los miembros de la PAH presentes fue unánime: quedarse en la oficina y esperar a que nos desalojaran como acto de desobediencia civil. Poco después, alrededor de las once de la noche, unos 14 furgones de antidisturbios se presentaron en pleno Paseo de Gracia y sacaron del banco una a una, todas las personas concentradas, para luego identificar-las.