Archivo diario junio 15, 2018

Dirán lo que quieran, pero lo que ha pasado en Cornellà ha sido un asesinato

La mañana del 14 de junio de 2018 la prensa se hacía eco de una nueva vida arrebatada por un sistema criminal promovido por la banca

Un hombre de 45 años ha muerto a manos del sistema bancario y de la legislación criminal en materia de vivienda en este país. Tenía que ser desahuciado porque no podía hacer frente al pago del alquiler de su vivienda al Banco Popular. Una vivienda recientemente adquirida por el fondo buitre Blackstone. Precisamente, este indignante suceso ha ocurrido el mismo día que la PAH arrancábamos una nueva campaña internacional contra estos carroñeros.

La víctima se enfrentaba a su segundo desahucio, pero justo hoy, cuando una comitiva judicial acompañada de agentes de los Mossos d’Esquadra iba a desalojar a la familia de la vivienda, situada en la décima planta del bloque, ha decidido poner fin a su vida, fruto de la desesperación.

La familia era usuaria de Servicios Sociales y se encontraba a la espera de recibir ayudas de la Administración que nunca llegaron, lo que rompió su esperanza. Y hay muchas esperanzas a punto de quebrar, al borde de un suicidio, que en realidad es un asesinato. Los bancos que le han matado no lo son, pero su avaricia les priva de sentimientos. Y ahora, todos (Servicios Sociales, bancos, justicia…) lanzarán pelotas fuera.

Desde la PAH exigimos medidas urgentes que rescaten estas esperanzas y acaben con tanta injusticia, con tanto sufrimiento, con tanta muerte.

En su memoria y en la de todas las personas asesinadas previamente, para impedir que vuelva a pasar, desde la PAH hacemos un llamamiento a concentrarnos mañana a las 12, frente a las puertas del Banco Popular, con unas exigencias bien claras y que llevamos planteando hace años:

Moratoria indefinida de los desahucios a familias en situación de exclusión y vulnerabilidad social.

Que el Gobierno de Pedro Sánchez retire de inmediato todos los recursos a las leyes de vivienda autonómicas, pendientes en el TC.

Que se tramite y apruebe de forma urgente la Ley de Vivienda de la PAH, la única que recoge todos los mecanismos para acabar de una vez por todas con la usura de los bancos, la especulación con nuestros derechos más fundamentales, y conseguir que en este país podamos decir que tenemos una ley que garantiza el derecho a la vivienda para todas sin excepción.

¡No es un lema, es una realidad! Hay vidas en juego y ha llegado el momento de poner una solución, para evitar que continúen segándose.

#StopDesahuciosCriminales

Lo llamarán como quieran, pero lo sucedido en Cornellà ha sido un asesinato

La mañana del 14 de junio de 2018 la prensa se hacía eco de una nueva vida arrebatada por un sistema criminal promovido por la banca

Un hombre de 45 años, Jordi, ha muerto a manos del sistema bancario y de la legislación criminal en materia de vivienda de este país. Iba a ser desahuciado porque no podía hacer frente al pago del alquiler de su vivienda al Banco Popular. Una vivienda recientemente adquirida por el fondo buitre Blackstone. Precisamente, este indignarte suceso ha ocurrido el mismo día que la PAH arrancábamos una nueva campaña internacional contra estos carroñeros.

La víctima se enfrentaba a su segundo desahucio, pero justo hoy, cuando una comitiva judicial acompañada de agentes de los Mossos d’Esquadra iba a desalojar a la familia de la vivienda, situada en la décima planta del bloque, ha decidido acabar con su vida fruto de la desesperación.

La familia era usuaria de Servicios Sociales y se encontraba a la espera de recibir ayudas de la Administración que nunca llegaron, eso quebró su esperanza. Y hay muchas esperanzas al borde de la quiebra, al borde de un suicidio que en realidad es un asesinato. Los bancos que le han matado no lo están, pero su avaricia les priva de sentimientos. Y ahora, todos (Servicios Sociales, bancos, justicia…) echarán balones fuera.

Desde la PAH exigimos medidas urgentes que rescaten esas esperanzas y acaben con tanta injusticia, con tanto sufrimiento, con tanta muerte.

En su memoria y en la de todas las personas asesinadas previamente,  para impedir que vuelva a suceder, desde la PAH llamamos a concentrarnos mañana a las 12 h, frente a las puertas del Banco Popular, y posteriormente ante las sedes del PSOE, con unas exigencias bien claras y que llevamos planteando hace años:

Moratoria indefinida de los desahucios a familias en situación de exclusión y vulnerabilidad social.

Que el Gobierno de Pedro Sánchez retire inmediatamente todos los recursos a las leyes de vivienda autonómicas pendientes en el TC.

Que se tramite y apruebe de manera urgente la Ley de Vivienda de la PAH, la única que recoge todos los mecanismos para acabar de una vez por todas con la usura de los bancos, la especulación de nuestros derechos más fundamentales, y lograr que en este país podamos decir que tenemos una ley que garantiza el Derecho a la vivienda para todas sin excepción.

¡No es un lema, es una realidad! Hay vidas en juego y ha llegado el momento de poner una solución, para evitar que se sigan segando.

#StopDesahuciosCriminales

Aumentar la vivienda social en Bcn depende de la coherencia de los grupos políticos municipales

El lunes 18 de junio la Comisión de ecología y urbanismo votará la modificación del Plan General Metropolitano que permitirá destinar un 30% de la vivienda de obra nueva o gran rehabilitación a vivienda protegida

El pasado 23 de febrero el Pleno de Barcelona aprobó con una mayoría casi unánime (todos los partidos, excepto el PP), la moción «Alquiler público Barcelona» impulsada por una amplia coalición de entidades con reconocida trayectoria en la defensa del derecho a la vivienda de la sociedad civil barcelonesa, como son la PAH de Barcelona (Plataforma de Afectadas por la Hipoteca), el Observatorio DESC, la FAVB (Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona), la ABTS (Asamblea de Barrios para un Turismo Sostenible) y el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos.

Para hacer realidad y activar las 4 medidas aprobadas, el Grupo Promotor de la moción y los partidos políticos representados en el Pleno hemos realizado tres reuniones de trabajo los días 11, 24 y 30 de mayo. Las entidades impulsoras hicimos aportaciones destacadas, elaborando una propuesta avanzada y técnicamente solvente de ejecución y calendario de ahora hasta finales de 2018. Los grupos políticos han hecho aportaciones, y también los técnicos de urbanismo y vivienda del propio Ayuntamiento, que han validado todas las propuestas. La hoja de ruta resultante de las reuniones no ha modificado las medidas aprobadas en el Pleno sino que concretó herramientas sólidas y calendario para hacer realidad las 4 medidas.

El lunes 18 de junio la Comisión de ecología y urbanismo votará la modificación del Plan General Metropolitano, que permitirá activar la primera medida y una de las más relevantes de la moción: destinar el 30% de las viviendas de los edificios de nueva construcción y los sometidos a rehabilitación integral a viviendas protegidas. Para que esta primera medida salga adelante, de nuevo, se necesita una mayoría cualificada de votos.

Barcelona en Comú (BeC), Grup Municipal Demòcrata, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Ciutadans (C’s) i la CUP Capgirem Barcelona.

Lo que nos jugamos es la posibilidad de aumentar la vivienda protegida en la ciudad construida y consolidada, ya que la Ley de urbanismo actual solo lo permite en zonas de gran transformación o nuevo suelo urbanizable (10 y 15% del suelo), en Barcelona una opción muy reducida. Desde el año 2007 la Ley del derecho a la vivienda permite hacerlo pero no ha sido utilizado aún en ninguna parte, aunque es perfectamente aplicable a toda Cataluña. En ciudades como Nueva York o París hace tiempo que se aplica con resultados muy positivos, por eso el parque de vivienda social es del 20% o incluso más elevado.

Aunque algunas voces del sector inmobiliario ya han puesto el grito en el cielo, esta es una técnica muy consolidada en el urbanismo en Cataluña desde hace años para asegurar la función social de la propiedad. Además, no obligaría a los privados a ceder suelo o aprovechamiento urbanístico como ocurre en nuevos crecimientos de la ciudad, sino que permitiría que parte de estas nuevas viviendas de la ciudad actual no sean a precio de mercado libre sino a precio de viviendas de protección oficial. Por lo tanto, los privados no dejarían de ganar dinero con su actividad económica, simplemente 1 de cada 5 viviendas lo cobrarían a precio social y colaborarían a que la vivienda sea un derecho y no una quimera en Barcelona.

Por ejemplo, en una gran rehabilitación o nueva construcción de edificio de más de 5 pisos, un 30% de las viviendas, es decir, 1 de las 5 viviendas, sería de protección oficial. Con esta medida cada año conseguiremos 500 viviendas a un precio social en Barcelona.

Existe un consenso social muy amplio en torno a la idea de que aumentar el parque de vivienda asequible es un elemento imprescindible para superar el actual modelo de acceso a la vivienda, lo que no garantiza un acceso asequible y estable para amplias capas de la población. ¿Quién puede estar en contra de tener más vivienda a precio asequible en Barcelona?

¡La ciudad y el derecho a la vivienda no pueden esperar más! Barcelona tiene menos del 2% de vivienda pública y 10 desahucios al día, un 85% es de alquiler, sin contar los «desahucios silenciosos de alquiler» y los de familias que al verse en la calle han accedido precariamente a viviendas vacías ocupándolas.

Por coherencia, y respecto al grave problema con la vivienda que está sufriendo la ciudad, a lo que se votó en el Pleno, y a las entidades que impulsamos la moción, pedimos una vez más la colaboración y compromiso de todos los grupos municipales para asegurar que las medidas sean implementadas lo más rápido posible, empezando por la primera, que debe aprobarse con urgencia el próximo lunes.

El lunes llega la hora de la verdad, todo depende ahora de la voluntad de los grupos políticos de Barcelona de aumentar o no la vivienda de alquiler social en la ciudad. La población, que es quien sufre vulneraciones diarias de su derecho a la vivienda, ¡estará bien atenta!