La pobreza habitacional se perpetúa, los incendios no se paran

La pobreza habitacional se perpetúa, los incendios no se paran

A raíz del incendio del local de la Plaza Tetuán, desde la PAH y la APE denunciamos las condiciones de pobreza habitacional y energética que suelen esconder este tipo de incendios

Barcelona, 30 de noviembre de 2021

Esta mañana nos hemos levantado con la tristísima noticia del incendio de un local ubicado en la plaza Tetuán de Barcelona, del que cuatro personas, entre ellas dos menores de 1 y 3 años, han resultado muertas y otras cuatro heridas. El local era una antigua oficina bancaria abandonada y en él vivía la familia precariamente junto a otras personas. Este incendio se suma a una serie de casos similares que hemos denunciado en los últimos años.

A la espera de que las investigaciones policiales en curso aclaren el origen del incendio, desde la Alianza contra la Pobreza Energética y la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca queremos denunciar que, aunque casos como estos pueden tener causas diversas, en su mayoría están relacionados con la situación de vulnerabilidad social de los hogares, así como las debilidades institucionales y legales de las políticas de vivienda y de acceso a los servicios básicos.

El caso de hoy pone en evidencia que la emergencia habitacional, lejos de solucionarse, se agrava cada vez más, por los elevados precios de alquiler de las viviendas, los obstáculos que pone el mercado inmobiliario y la falta de políticas de vivienda para aumentar el parque público en nuestras ciudades. Además, cabe destacar que las personas migradas en situación irregular y familias monomarentales son las que más sufren para acceder a una vivienda en condiciones y con contrato.

La falta de un parque público de vivienda junto con el colapso de las mesas de emergencia hace que muchas familias se vean obligadas a encontrar alternativas habitacionales como la ocupación de viviendas vacías de grandes tenedores, o como es el caso, de locales comerciales. En la mayoría de los casos, estas viviendas carecen de condiciones mínimas de habitabilidad, entre ellas, la conexión a los servicios de agua y electricidad.

Desde la PAH llevamos 12 años denunciando la situación que viven miles de familias que no pueden continuar pagando su hipoteca, su alquiler y/o que acceden de forma precaria a una vivienda, y proponiendo soluciones al Parlament de Catalunya y al Estado. Hacen falta leyes ambiciosas y voluntad política que obliguen a los grandes tenedores a realizar alquileres sociales a familias vulnerables, que cedan las viviendas vacías y tapiadas con puertas de hierro que dejan en cada desahucio ejecutado. En un estado avanzado, no podemos permitirnos gente sin casa y casas sin gente, es responsabilidad de todas las instituciones (locales, autonómicas y estatales) velar por que familias e infantes tengan un hogar y dejar atrás el tsunami de más de 26.000 desahucios que están previstos a partir del 1 de marzo de 2022.

Asimismo, aun desconociendo las causas inmediatas del incendio de hoy, recordemos que el acceso a los servicios básicos está particularmente restringido a las personas que ocupan viviendas en precario. Desde la APE venimos luchando desde hace años para que instalen contadores sociales de agua y de luz en este tipo de vivienda y, aunque hemos conseguido algunos avances, todavía queda mucho por hacer. Los obstáculos legales para acceder al suministro eléctrico en los casos de ocupaciones en precario hacen que mucha gente no tenga más opción que pinchar el servicio o vivir con velas, con los riesgos que esto conlleva, sobre todo los riesgos de incendios.

Una vez más, y con independencia de las incertidumbres que rodean el incendio de hoy, recordemos que, en febrero de 2017, la APE y un colectivo de bomberos presentamos una propuesta de implementación de un protocolo, tanto para el cuerpo de bomberos de Barcelona como el de la Generalitat, para ayudar al diagnóstico de la pobreza energética a partir de los informes de los cuerpos en sus intervenciones. El objetivo del protocolo de Bomberos es doble. Por un lado, aprovechar «la observación privilegiada» que tienen los bomberos en todas sus intervenciones ‒no solo en los incendios‒, y detectar indicadores de riesgo que puedan ser trasladados a Servicios Sociales para que se planteen las actuaciones preventivas correspondientes. Asimismo, debe servir para cuantificar a las víctimas causadas por pobreza energética y así visibilizar esta problemática y su gravedad. Si bien el Ayuntamiento de Barcelona está implementando este protocolo, la Generalitat a día de hoy todavía no lo ha puesto en marcha. Seguimos instando a la Generalitat a que haga efectivo este protocolo.

Desde la APE y la PAH no nos detendremos hasta conseguir que el derecho a una vivienda y suministros dignos y seguros estén garantizados para todas las familias. Hay vidas en juego.

Alianza contra la Pobreza Energética
PAH Barcelona

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