El Sr. Alcaraz nos dijo la pasada semana que los desahucios son una “leyenda urbana”. Como plataforma que se creó tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, precisamente con la voluntad de denunciar la ola de desahucios que la siguieron, para ayudar a las víctimas, para “parar” esa bestialidad que fueron y siguen siendo los miles de casos de desahucios en este país, nos quedamos anonadados con esas palabras.
¿Todas esas mañanas en las que nos hemos levantado antes de que saliera el sol para juntarnos ante la puerta de una casa antes de que llegara la comitiva judicial han sido… una leyenda? O sea ¿algo mítico, imaginario… que no ha pasado? ¿Llevamos años luchando contra algo que NO es o que sólo pasa en nuestra imaginación?
Dunia, Macela, Matías, Óscar, Susana, Blanca, Marta, Nuria, Esteban… y tantos y tantos nombres con apellidos, personas reales, de carne y hueso, que han sufrido lo que no está escrito en el proceso de luchar por quedarse en sus casas… todas esas imágenes, horas y horas grabadas, que hemos ido acumulando estos años, de gente armada con una camiseta verde enfrentándose a policía, a notarios, a banqueros, a jueces… ¿Son mentira? ¿Nos lo hemos inventado? Las cifras, las noticias, las convocatorias para unirnos a parar esa injusticia… ¿han formado parte de una “leyenda”?
Una ”Leyenda urbana” es, Sr, Alcázar, que había cocodrilos en las alcantarillas de NY. Que sepamos, nadie llegó a verlos. O una leyenda, quizás no tan urbana, es que hay un monstruo en el lago Ness… una foto borrosa, rumores de avistamientos, nada que pueda demostrarse.
Las leyendas no tienen testigos, pruebas, víctimas…
No hay “leyendas” con cifras, imágenes, nombres, apellidos, dolor y sufrimiento tan reales y palpables como sí tienen los desahucios.
El dolor, el sufrimiento y la lucha de tantas familias puede llamarse “Tragedia urbana”, “Drama urbano” “Injusticia Urbana” “Estafa” “Timo” “VerGüenza Urbana”… pero ¿leyenda?
Llamarlo “leyenda” es un insulto a la razón y un insulto a miles de familias que lo vivieron y lo siguen viviendo. Y a miles de ciudadanos y ciudadanas que lo han visto con sus propios ojos, o lo han sufrido a través de amigos o familiares cercanos.
Debería darle vergüenza, Sr Alcaraz, llamar leyenda a algo que ha destrozado vidas. A algo que ha provocado hasta suicidios, depresiones en niños y niñas, ataques de ansiedad, adicciones… A algo que ha creado un trauma no sólo en quienes lo han vivido sino en toda una sociedad.
Le exigiríamos que se tragara cada una de sus palabras, que sintiera vergüenza, que pidiera perdón. Pero como sabemos que debe de ser una persona altiva, incapaz de empatizar, incapaz de ponerse en el lugar de los demás, le hacemos una invitación real y sincera: venga a ver con sus propios ojos que lo que usted llama “leyenda” y es una realidad. Venga a una de nuestras reuniones. Escuche la voz de las familias que llegan desesperadas porque han recibido una orden de desahucio que de “legendaria” no tiene nada. Venga a escuchar los cientos de testimonios que le harán ver cómo engañaron los bancos a miles de personas, cómo hay empresas que se dedican a acosar día y noche a los “morosos”, cómo han crecido los desahucios por alquiler al ritmo que los alquileres suben en una ola de especulación que tampoco tiene nada de “leyenda”.
Venga un día, y, si tiene valor, coja el micrófono, mírenos a los ojos y atrévase a decirnos a nosotros y nosotras, a las víctimas, que los desahucios no han sido, no son, más que una “leyenda urbana”.