El Partido Popular presenta un plan de vivienda para fomentar la especulación

¡Menudo plan! El PP sigue dando la espalda a las familias, desestimando las propuestas de la PAH y presentando un Plan de Vivienda para los próximos tres años, con el único fin de seguir hinchando la burbuja de alquiler a beneficio de grandes propietarios y especuladores.

Nueva oportunidad perdida. El viernes 9 de marzo se aprobó el Plan de Vivienda Estatal 2018-2021, presentado por el Partido Popular. Vivimos un periodo en que la emergencia habitacional, lejos de desaparecer, crece alarmantemente día a día. El Gobierno tiene la capacidad y la obligación para llevar adelante medidas que garanticen el Derecho a la vivienda, tal como marca el art. 47 de la Constitución, pero una vez más prefiere vulnerar ese derecho y legislar a favor de la banca y los fondos de inversión. Hablamos de un plan, que supuestamente pretende fomentar el alquiler, pero que no contempla regularizar los contratos de corta duración, ni los alquileres inasumibles, para garantizar que las inquilinas puedan realizar proyectos de vida duraderos, asequibles y estables, para no verse empujadas a vivir como nómadas cada tres años.

Se llenan la boca con su enorme vocación social, pero la realidad es otra. El plan del PP pasa por un programa de ayudas para pagar el alquiler, que como todas sus medidas anteriores, solo será accesible para una pequeña minoría de familias, pero perjudicará al resto. Unas ayudas que no contemplan ningún tipo de limitación, lo que provocará el aumento desorbitado de los precios, ya que pretenden subvencionar alquileres sociales de la banca, hasta en un 100% en alquileres de hasta 400 euros/mes. Una medida perversa que incentivará a los bancos a establecer los precios en el umbral máximo, seguir haciendo negocio con recursos públicos, facilitándoles el poder usarlo como lavado de cara.

Lejos de parar esa subida, que en el caso de Barcelona ya ha alcanzado un 60% en algunos barrios en los últimos 3 años, el PP abre la válvula  para seguir inflando la burbuja del alquiler y así asegurar y  perpetuar la rentabilidad a los fondos buitre, los bancos y los grandes tenedores de vivienda. Con este plan, la propiedad podrá extraer mayores rentas, de nuevo gracias a la transferencia de 1.443 millones de euros, extraídos del fondo público, que irán directamente a los bolsillos privados de constructores y grandes tenedores, dejando más en la cuneta, si cabe, a las inquilinas que seguirán siendo desahuciadas por no poder afrontar los elevados precios. Recordamos que actualmente el 85%  de los desahucios en nuestra ciudad son debidos al impago de alquiler, desahucios invisibles producidos por la finalización de los contratos que pretenden ser renovados con unos precios totalmente abusivos e impagables, con los sueldos de las familias cada vez más bajos.

Que el gasto total en vivienda del Gobierno español se ha visto reducido en un 75% en los últimos 8 años o que se destine, en este nuevo plan, la irrisoria cantidad del 0,03% del PIB, muy alejado de la media europea, son cifras reveladoras que dejan en evidencia la poca voluntad existente en ofrecer soluciones reales a una situación que empuja a miles de familias a la exclusión residencial. Han sido 8 años de recesión para la ciudadanía, que ha visto cómo uno tras otro le iban recortando sus derechos más fundamentales (vivienda, suministros, sanidad, educación…) mientras se rescataba a los bancos o se liberaba a los fondos de inversión a pagar impuestos gracias a la creación de las Socimis.

De nada nos vale que el gran plan del PP pase por inflar el alquiler u ofrecer ayudas para la compra de vivienda, con el único fin de reactivar el ciclo de endeudamiento hipotecario. Un ciclo que ha causado 700.000 ejecuciones hipotecarias desde 2008, que se siga produciendo un desahucio cada 8 minutos y que aún haya gente dispuesta a perder su vida antes que su vivienda.

Todo esto sucede, mientras no hay una sola propuesta para ampliar el inexistente parque público de vivienda, un 1,5% contra el 15% de media europea. Un parque que garantizaría el acceso a una vivienda digna y asequible a las familias con menos recursos. Habiendo más de 3 millones de pisos vacíos en España para poder mover, previa sanción a la banca, con su cesión a la Administración, lo único que se le ocurre al PP es subvencionar la construcción de nueva vivienda, para seguir promoviendo la especulación y seguir usando dinero público a beneficio del sector privado. 

Mientras, el Partido Popular desoye a la ciudadanía, bloqueando iniciativas, suspendiendo leyes o no apoyando medidas que sí protegen a las familias, que responsabilizan a la banca a ofrecer alquileres sociales y realojos en su cartera de pisos vacíos, llenada a golpe de desahucios, o que evitan la especulación de la vivienda para frenar la expulsión masiva de vecinas de sus casas, barrios y ciudades. Medidas registradas en el Congreso desde el pasado 10 de enero, recogidas en la Ley Vivienda PAH. Medidas como las aprobadas en el pleno municipal de Barcelona, gracias a la moción que presentamos el 24 de enero junto al Sindicat de Llogateres, la ABTS, la FAVB y el Observatorio DESC. Medidas para que en nuestra ciudad se amplíe el parque público de vivienda. Medidas que en todos los niveles han contado con una aprobación casi unánime, si no hubiera sido por el rechazo del PP, que estaba elaborando su gran plan contra el derecho a la vivienda. Desde la PAH ya hemos demostrado que nuestras propuestas funcionan. 

Desde PAH Barcelona vemos más eficaz otro tipo de medidas, que deberían pasar por tener en cuenta la renta. Y aplicar, en casos de grandes tenedores, un alquiler social en base a la Ley 24/2015 y el alquiler con un máximo del 30% de los ingresos de la unidad familiar, como recomienda Europa. Gracias a la presión de la PAH, ya se han conseguido alquileres por el 10%, 12% o 18% de los ingresos de las familias. Demostrando que no es necesario recurrir a dinero público, solo voluntad política, para obligar a la banca a conceder los alquileres sociales, bloqueando así sus chantajes para conceder alquileres con precios más altos subvencionados por la Administración.

Estamos volviendo a vivir la creación de la estafa hipotecaria, fomentando la precarización del alquiler para vendernos, de nuevo, las hipotecas como la única alternativa para acceder a un hogar. Vivimos el día de la marmota y desde la PAH, seguiremos poniendo propuestas reales sobre la mesa para garantizar que la vivienda sea un derecho asequible para todas y no una mercancía para beneficio de unas pocas. Seguiremos desobedeciendo leyes criminales, ofreciendo soluciones a una legislación justa y haciendo desde abajo, organizadas en la calle, lo que no están dispuestos a hacer desde arriba.

No desfalleceremos, ¡nosotras sí tenemos un plan!

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