Reacción de las entidades impulsoras de la medida del 30% frente al anuncio de Collboni que renuncia a modificarla
Hoy el alcalde Jaume Collboni ha descartado definitivamente para este mandato la reforma de la medida de la reserva del 30% de vivienda protegidat en nuevas construcciones y rehabilitaciones, una intención que el gobierno municipal había expresado desde las últimas elecciones. Durante estos dos años, las entidades que impulsamos la medida hemos estado desenmascarando la verdadera intención de la reforma: desmantelarla para dejarla sin efecto y cumplir así con los deseos de la patronal de la construcción, que se opuso desde el inicio. Gracias a la presión popular, finalmente el PSC se ha visto solo y acorralado a pactar la reforma sólo con Junts, aparcando finalmente lo que era un claro recorte del 30%.
Ésta es pues una victoria de las organizaciones y colectivos que impulsamos la medida y de toda la ciudadanía organizada que lucha cada día por el derecho a la vivienda, en un contexto de fuerte preocupación y contestación social en los últimos meses en las calles. La medida tiene una doble finalidad que hemos logrado salvar gracias a la presión y contra todo pronóstico: ampliar el parque de vivienda protegida, especialmente en zonas de la ciudad ya consolidadas donde es difícil impulsar nuevas promociones, y desincentivar operaciones especulativas agresivas que supongan la expulsión de vecinos y vecinas.
Sin embargo, la decisión de no reformar la medida no hace desaparecer el agujero más grave al que nos enfrentamos: el gobierno municipal no está aplicando la reserva del 30%. Tal y como denunciamos ante la Sindicatura de Greuges de Barcelona, el ejecutivo ha archivado expedientes sancionadores, ha cambiado los criterios para evitar aplicar sanciones más altas y ha incumplido su obligación de inspeccionar y controlar el cumplimiento de la medida. Todo ello, con la intención de “demostrar” que la medida no funciona y justificar su desmantelamiento, haciendo el juego a la patronal inmobiliaria. El problema nunca ha sido la norma, sino la falta de voluntad para aplicarla.
Por lo tanto, sigue siendo necesario que la Sindicatura de Greuges investigue los hechos denunciados con rapidez e intervenga con firmeza para asegurar que el Ayuntamiento de Barcelona cumple sus obligaciones legales y ante la ciudadanía.
Por otra parte, pedimos la convocatoria urgente de la Comisión de Seguimiento de la medida del 30%, un órgano que ni este gobierno ni el anterior han convocado, a pesar de estar previsto en los acuerdos que permitieron su aprobación con una amplia mayoría en 2018. La propuesta de reforma nunca ha pasado por esta comisión, sino que se ha intentado realizar con reuniones poco transparentes. Ahora, la comisión debería tomar las riendas de la situación, pedir explicaciones ante los incumplimientos del Ayuntamiento y asegurar que la medida se aplica de forma contundente y valiente con las sanciones previstas ante los incumplimientos y con los recursos necesarios para hacerla cumplir en cada promoción obligada, donde podemos ganar vivienda protegida a la que no podemos ni queremos renunciar.
El alcalde Collboni debe mover ficha: el derecho a la vivienda de las vecinas no puede esperar al próximo mandato. ¡Vivienda protegida ya! ¡El 30% se queda!
Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic, Federació d’Associacions Veïnals de Barcelona, Observatori DESCA, Plataforma d’Afectades per la Hipoteca, Resistim al Gòtic, Sectorial d’Habitatge de la Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya i Sindicat de Llogateres