Este sábado un millar de personas convocadas por los movimientos sociales recorrimos las calles de Barcelona para protestar contra el aumento del coste de la vida bajo el lema #AixíNoPodemViure.
Vivir dignamente se está haciendo cada vez más imposible para muchas familias: aumenta el precio de los alimentos, los suministros, la precariedad domina el mercado laboral y acceder a una vivienda es imposible para la mayoría de la población. Desde hace décadas, el precio de la vida se ha ido encareciendo para beneficiar a unos pocos. La causa principal la encontramos en la sucesión de crisis económicas y sociales provocadas por el sistema capitalista, y en las leyes que benefician a los especuladores. La burbuja hipotecaria y la posterior burbuja del alquiler ha hinchado los precios de la vivienda como nunca antes había pasado, asfixiando cada vez más a la gente y elevando la vergonzosa cifra de desahucios a los 2 millones. Más recientemente, la crisis derivada de la covid-19 ha hecho bajar todavía más nuestros ingresos, mientras la crisis energética se ha instalado de forma permanente. Actualmente estamos inmersas en una crisis de encarecimiento generalizado del coste de la vida sin precedentes. El aumento del coste de la energía, de otros muchos productos básicos o la repercusión que la inflación (IPC) está teniendo sobre las rentas inmobiliarias está empeorando todavía más las condiciones de vida. Nuestras demandas se basan en 4 puntos:
● ACABAR CON LOS DESAHUCIOS y EXPROPIAR LOS PISOS DE BANCOS Y FONDOS BUITRE: Después de casi 2 millones de desahucios en los últimos 10 años, no podemos permitir ni uno más: no puede haber gente sin casa, mientras hay casas sin gente. Es necesario recuperar la función social de la vivienda, hoy secuestrada por bancos, fondos buitre y grandes propietarios, que se han beneficiado durante décadas de una política fiscal favorable y del rescate bancario. Hay que garantizar un parque de vivienda de alquiler público y social. No falta oferta de vivienda: nos quieren vender el discurso de la escasez para seguir subiendo los precios y destruyendo el territorio a base de pelotazos.
● PINCHAR LA BURBUJA DEL ALQUILER: Reclamamos la reinstauración de la ley de regulación de precios de alquiler, que prohibía las subidas de precios del alquiler y obligaba a las bajadas. Reclamamos que el nuevo Proyecto de Ley de Vivienda Estatal plantee una bajada de alquiler con aplicación inmediata. Queremos la misma estabilidad en el alquiler que en el puesto de trabajo: unos contratos indefinidos y estables, que se renueven de manera automática.
● DEMOCRATIZAR LA ENERGÍA y GARANTIZAR EL PA: Basta de enriquecer a los oligopolios energéticos mientras las personas trabajadoras vivimos cada vez más asfixiadas. Es necesario prohibir los cortes de suministros a quien no puede pagar la factura, pero también hay que nacionalizar las empresas energéticas y elaborar un plan de transición energética democrática que suponga una solución permanente al agotamiento de recursos y la dependencia de oligopolios nacionales e internacionales. Democratizar la energía es imprescindible para hacer bajar los precios de los bienes de primera necesidad.
● GARANTIZAR LOS SALARIOS: No podemos permitir ningún retroceso más de los salarios de nadie: tanto de las que trabajan, como de las que no pueden. Hay que garantizar los salarios mínimos en consonancia con el coste de la vida y proteger los derechos de todas las trabajadoras.
● ACABAR CON LA REPRESIÓN: Hay que acabar con la judicialización y persecución de la disidencia política, y derogar la ley mordaza. Actualmente, solo el movimiento por la vivienda ya acumula más de 400.000€ en multas durante los últimos tres años, por parar desahucios, por ejercer una obligación moral: defender los hogares de la gente y el derecho a una vida digna.
Ante la escalada de precios que nos ahoga, la sociedad civil ha decidido organizarse. Las entidades que luchamos para que la población tenga una vida digna recorrimos las calles de Barcelona en un acto que marca el inicio de un ciclo de nuevas movilizaciones contra la carestía de la vida. Esto no se acaba aquí. ¡Estad atentas los próximos días!