Ambiente festivo lo vivido este fin de semana dentro de las fiestas de la Merced. Un año más hemos compartido el que somos al Asóciate en la fiesta, reforzando vínculos, dando a conocer las múltiples luchas para garantizar los Derechos Humanos y haciendo difusión de la Ley Vivienda PAH, consiguiendo un multitudinario apoyo, tanto por parte de la gente que se ha acercado a hacerlo con una firma, como por parte de asociaciones y colectivos que también han visto la necesidad de participar de nuestras demandas.
Dos días llenos de alegría y reivindicación social, rodeados de gente valiente y con valores, que ponen todo su esfuerzo para conseguir la transformación hacia un mundo más diverso y justo. Hemos disfrutado de los niños y la solidaridad en nuestra carpa, haciendo pahncartes, maquillaje infantil y llenando de color verde la pl. Cataluña.
https://youtu.be/vepkyzws0jo
Domingo por la tarde, tuvimos el placer, de colaborar en el programa “Somos diversas y tenemos derechos”, realizado en un plató participativo y emitido en directo desde el corazón de la plaza.
La diversidad es una palabra clave en el mundo que vivimos. Un mundo que necesita, más que nunca, de la convivencia y lo respeto verso a nuestro entorno. El primer lugar de relación y convivencia son nuestros propios hogares. Es el lugar donde habitamos y crecemos, donde nos socializamos y nos protegemos. Cuando una familia está en riesgo de ser desahuciada, pierde no sólo el Derecho a la Vivienda, esto también lo afecta a la salud, en la educación y a la relación con los otros.
A la PAH hemos visto que este es un problema que nos afecta a todas. Somos un movimiento transversal, donde personas de varios orígenes y diferentes creencias nos hemos unido en un frente común porque todas las familias tengan un hogar. Porque es un derecho básico y fundamental para todas, tengan o no papeles, tengan o no ingresos suficientes, tengan o no los recursos necesarios. Por eso luchamos por un cambio de la Ley de Vivienda, para garantizar una seguridad mínima a todas las familias. Porque nunca más tengan que vivir a flor de piel el miedo a ser expulsadas de su hogar. Porque convivir no es sólo coexistir. Convivir es aprender a luchar todas juntas por nuestros derechos.
