Dos hermanas de 54 y 64 años se han suicidado de madrugada antes de ser desahuciadas de su domicilio en la calle Navas de Tolosa del barrio de Sant Andreu de Barcelona
Convocamos a una concentración en la Plaça Sant Jaume para decir basta de muertes por culpa de la vivienda
Antes de mostrar nuestra indignación ante la aterradora noticia de dos hermanas tirándose por el patio de luces unas horas antes de ser desahuciadas, queremos mostrar nuestra solidaridad y más sentido pésame a sus familias y seres queridos. No nos cansaremos nunca de repetir que no son suicidios, son asesinatos cuyos responsables directos son las administraciones y su pasividad ante el drama humano mal llamado crisis de la vivienda.
No es una crisis, es el resultado de un sistema vendido a la especulación y mercantilización de la vivienda, que deja de ser un derecho para ser la vía rápida para lucrarse y amasar beneficios millonarios a base de precarizarnos con los precios abusivos. Unos precios que nos ahogan, nos privan de una vivienda y de una vida digna, y en demasiadas ocasiones nos matan.
Estas dos muertes no son un caso aislado. Desde La PAH llevamos quince años denunciando la situación y haciendo propuestas legislativas, que más allá de acabar los desahucios y garantizar vivienda asequible, sobre todo salvan vidas. Hoy, como ocurrió hace cuatro meses en Sabadell, nos encontramos ante la peor de las consecuencias de la problemática con la vivienda. Si ya de por sí, los desahucios son la realidad más cruda a la que nos enfrentamos la ciudadanía y sobre todo los sectores más precarizados de la sociedad, y atentado evidente contra las condiciones de vida de las personas que necesitan un techo como prioridad esencial para vivir, los suicidios derivados de ellos son el resultado más dramático de esta violación de Derechos Humanos.
Cuando la vida de dos hermanas vale 9000 euros, es el momento de reflexionar en qué tipo de sociedad vivimos y en cuál queremos vivir. Desde La PAH lo tenemos muy claro, queremos una sociedad donde nadie tenga que morir por no poder pagar un techo donde vivir. Queremos una sociedad donde miles de personas no sean empujadas a la más absoluta indefensión con la desesperación, y el coste humano en salud física y mental no sea el pan de cada día. Queremos una sociedad donde no baste con hablar de la vivienda como un problema, y las Instituciones pertinentes pongan freno de una vez a esta sangría. Pero ante todo, queremos vivir en una sociedad donde no se victimice y sobre todo no se criminalice a las personas por no poder pagar los altos costes de la vivienda. Una sociedad donde realmente se criminalice a los culpables y se les haga responsables de tanta miseria. Porque si miras a otro lado formas parte del problema.
Por ello, convocamos este martes 2 de julio a las 20:00 h a exigir el fin de los desahucios, de la especulación, la ampliación de vivienda pública y asequible, pero sobre todo, a hacer un llamamiento a poner fin a las muertes por desahucio. Queremos hacer un sentido homenaje a las víctimas de este sistema corrupto, y todo ello lo haremos a las puertas del Ayuntamiento de Barcelona, de la Generalitat y señalizando al Congreso. Tres estamentos directamente responsables por su ineficacia, de las muertes de estas dos hermanas del barrio de Sant Andreu de Barcelona y de todas las que ha habido previamente a lo largo de los años.
Denunciamos el exceso de burocratización ante estas situaciones para ofrecer un acompañamiento y una ayuda que llega tarde y mal o no llega nunca. La falta de protocolos claros para afrontarlas, no poner los recursos suficientes para agilizar y dejar de saturar a la Administración, incapaz de hacer frente a esta realidad que nos consume.
Desde La PAH sabemos de la importancia de afrontar esta dura situación en colectivo y no en soledad. Por eso animamos a cualquier persona que tenga un problema de vivienda, que se acerque a nuestras asambleas o a las de cualquier otro colectivo que luche por el derecho a una vivienda digna.
Solo el apoyo mutuo, la solidaridad, el empoderamiento, convertir la desesperación en rabia y la movilización para decir basta, lograrán que conquistemos los derechos que nos roban y pretenden que paguemos con nuestras vidas.
