Hoy, la hipocresía institucional ha dejado otro rastro de maletas y lágrimas en las aceras de La Sagrera, priorizando los planes urbanísticos en torno a la estación del AVE, a los derechos humanos y de la infancia
Esta mañana, 14 familias han sido desahuciadas del número 2 de la Bajada de la Sagrera, un edificio propiedad de Adif. Familias con menores y bebés, personas mayores, vecinas vulnerables que, lejos de ser protegidas, han sido expulsadas sin ninguna alternativa ni solución habitacional. Ni un trastero, ni un alojamiento de emergencia. Solo calle, frío institucional y represión policial. Una muestra clara de la ciudad que está construyendo el Ayuntamiento de Collboni, al tiempo que el alcalde se pasea por Europa como el gran defensor del Derecho a la vivienda.
Este edificio no es cualquier bloque. Forma parte de la memoria obrera y ferroviaria de Barcelona. Uno de los últimos vestigios de una ciudad viva antes de ser devorada por la especulación. Cuando en 2011 Adif empezó a vaciarlo para convertirlo en oficinas, solo indemnizó a una parte de las personas residentes. Otras decidieron resistir: repararon con sus propias manos los desperfectos que la propia Adif había hecho para hacer los pisos inhabitables y transformaron ese espacio abandonado en un hogar para familias vulnerables. Durante más de una década, este edificio ha sido un refugio y una alternativa ante la negligencia institucional.
Hoy, ese proyecto de vida ha sido brutalmente desalojado. Una veintena de furgones de la BRIMO y una decena de patrullas han impedido cualquier tipo de negociación. La SIPHO (Servicio de Intervención en Pérdidas de Vivienda y Ocupaciones) ha mentido durante todo el día a las familias, asegurando que llegaría una solución que nunca ha llegado. A la hora de la verdad, se han marchado dejándolas solas, con sus pertenencias en la calle y sin saber a dónde ir.
Mientras tanto, Adif, una empresa pública salpicada por múltiples escándalos de corrupción, sigue especulando con terrenos y edificios que deberían servir para garantizar derechos, no beneficios. Recordemos:
- Los 33 millones cobrados fraudulentamente por Corsán con el visto bueno de altos cargos de Adif.
- El desvío de 82 millones en las obras de La Sagrera.
- La trama de sobornos en la Operación Madeja.
- La imputación de la expresidenta de Adif por malversación y tráfico de influencias.
Todo esto, mientras 14 familias han sido desahuciadas sin miramientos y el gobierno municipal gira la cara. Un ayuntamiento que presume de ser progresista, pero que permite desahucios masivos sin garantizar alternativas. Hoy, la hipocresía institucional ha dejado otro rastro de maletas y lágrimas en las aceras de La Sagrera, que en el momento de escribir este comunicado (viernes 30 de mayo 18:30 h) siguen en la calle sin techo y con sus pertenencias en la calle, sin saber a dónde ir ni qué hacer.
Exigimos:
- Realojo inmediato y digno para todas las familias desahuciadas.
- Responsabilidades políticas por parte del Ayuntamiento y de Adif.
PAH Barcelona hemos estado presentes todo el día, acompañando a las familias, evitando las cargas policiales para desahuciar, sin recoger las cosas que quedaban en las viviendas. Continuaremos con las tareas de apoyo y presión a la Administración hasta garantizar los realojos necesarios.
