Con 172 desahucios ejecutados diariamente en el primer trimestre de 2019 en España y 2.381 desahucios tan solo en Barcelona en 2018, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, tenemos claro que no hay nada que celebrar y sí mucho trabajo por hacer para revertir esta grave situación
Hoy lunes 7 de octubre, como cada primer lunes de octubre, se celebra el Día Mundial del Hábitat, designado por las Naciones Unidas desde 1985 para reflexionar sobre el estado de nuestros pueblos y ciudades y sobre el derecho básico de todas a una vivienda adecuada.
Ante esta señalada fecha, la PAH de Barcelona ponemos de manifiesto que es urgente que las administraciones competentes en materia de vivienda, ayuntamientos, Gobiernos Autonómicos y Gobierno de España, desarrollen políticas públicas para garantizar el derecho a la vivienda a toda la ciudadanía. Cada una de ellas según sus competencias pero a la vez en colaboración entre sí. Ante situaciones excepcionales son necesarias soluciones novedosas e innovadoras que solo se conseguirán con medidas valientes, pensando en las personas y no en los grandes bancos y fondos de inversión.
En nuestro ámbito más cercano, tan solo en Barcelona hay 600 familias realojadas indignamente en pensiones o albergues, muchas de ellas con una evidente falta de higiene o seguridad y sin tener en cuenta sus necesidades más básicas. Sin nevera ni espacios de descanso o de estudio para los más pequeños. Aunque la Ley 24/2015 garantiza un realojo digno a las familias que han sufrido un desahucio, las administraciones, Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de Catalunya y Gobierno del Estado, están aportando soluciones insuficientes e inconcretas en algunos casos o, más grave aún, están dando la espalda a la ciudadanía, negándose a asumir ningún tipo de responsabilidad, como hemos comprobado en las últimas reuniones del Gabinete de Crisis. Muchas de estas familias vulnerables se encuentran a la espera de un piso de la Mesa de emergencia, una inadmisible espera de alrededor de dos años hasta conseguir una vivienda para ellas y sus familias.
Los grandes fondos de inversión, como Blackstone, están expulsando a las vecinas de sus casas y precarizando nuestras ciudades y trabajos. Ya no solo adquiriendo propiedades inmobiliarias, sino adquiriendo hoteles y empresas logísticas o de juego. Desde el inicio de la crisis llevan invertidos en España 20.000 M € (5.420 M € solo durante el 2018), con el único objetivo de comprar a precios irrisorios para especular con nuestras viviendas.
Incluso la relatora de vivienda de la ONU, Leilani Farha, en un reciente informe sobre Blackstone ha expresado “serias preocupaciones de que sus acciones sean inconsistentes con la legislación internacional de los derechos humanos con respecto al derecho a la vivienda y su responsabilidad de respetar los derechos humanos”.
Blackstone, además, se está negando a renovar los alquileres sociales que las familias vulnerables habían conseguido gracias a la Ley 24/2015 tras haber sufrido un desahucio. Después del alquiler firmado por tres años, ahora estas familias se encuentran ante la negativa de la compañía a ofrecerles una solución, y con la incertidumbre y sufrimiento de verse de nuevo en la calle sin ningún tipo de alternativa. La situación de estas familias no ha cambiado en estos tres años, por lo tanto, desde la PAH y por justicia social exigimos que estos contratos sean renovados automáticamente.
El parque público de vivienda en España sigue siendo totalmente insuficiente. Con un vergonzoso 1,5% de vivienda pública frente a países del entorno europeo como Austria, que se situa en torno al 20%, las familias se encuentran en una situación de inseguridad residencial que es necesario afrontar con medidas estructurales. Por ejemplo, que la vivienda de protección oficial (VPO) fuese de alquiler e indefinida, de esta manera en Barcelona tendríamos un parque público del 39% en vez del 1,6% actual.
Estos son solo algunos de los graves problemas habitacionales contra los que nos enfrentamos diariamente en nuestras asambleas, pero hay muchos más. Desde la PAH tenemos unas demandas muy claras para revertir esta situación, que hemos trasladado, tanto al Ayuntamiento de Barcelona como a la Generalitat de Cataluña, una vez recuperada íntegramente la Ley 24/2015 el pasado mes de febrero. Así como también trasladamos al Gobierno de España y a Pedro Sánchez una propuesta de plan de choque, junto con las ‘Propuestas de la PAH para abordar urgentemente la grave crisis de emergencia habitacional’. Mientras esta grave situación de emergencia habitacional la sufren las familias diariamente, las respuestas de las administraciones competentes están siendo totalmente insuficientes. Desde la PAH tenemos claro que es cuestión de voluntad política. Es necesario que nuestros políticos, que hemos elegido democráticamente, estén del lado de la ciudadanía, sobre todo de aquellas familias más vulnerables. Y mientras esto no sea así, nos encontrarán de frente.
Los datos oficiales, como los del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) marcan una nefasta realidad, pero no es la única. Existe una realidad verde, de pulso continuo frente a los lobbies económicos. Somos miles de personas parando desahucios cada día y autotutelando nuestros derechos. ¡Sabemos que sí se puede! Porque hemos hecho posible lo imposible miles de veces, arrancando daciones en pago, cambiando leyes y recuperándolas, conquistando el 30% de nuevas promociones para que se destinen a vivienda asequible, consiguiendo alquileres sociales, recuperando viviendas en manos de fondos buitre, y centenares de victorias más.
Y sobre todo, hemos sido capaces de generar un movimiento ciudadano de cuidados, de solidaridad y de defensa de derechos humanos, que por mucho que algunos partidos políticos y banksters nos hayan querido eliminar, aquí estamos, más vivas y guerreras que nunca, para hacer cumplir el art. 47 de la Constitución Española y el art. 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por eso, hoy celebramos el Día Mundial del Hábitat, para que frente a cualquier vulneración de este derecho nos levantemos y organicemos para que nuestros derechos en materia de vivienda estén garantizados. Desde la PAH no vamos a permitir que estos se vulneren, y vamos a seguir luchando para defenderlos, como venimos haciendo desde hace más de 10 años. Porque sabemos que somos muchas, que estamos organizadas y que ¡Sí Se Puede!