The District, la feria de la especulación, vuelve a Barcelona y en esta edición encontramos empresas con vinculación directa o indirecta con el Estado sionista
El último año la ciudad de Barcelona ha sido escenario de dos movilizaciones históricas convocadas por el sindicalismo de la vivienda.
El 23N, 170.000 personas salían a la calle para decir SE HA ACABADO: BAJEMOS LOS ALQUILERES, en lo que fue la manifestación más masiva de la historia de nuestro país en defensa del derecho a la vivienda. Meses después, el 5A, volvíamos a repetir el éxito llenando de nuevo las calles bajo el lema ACABEMOS CON EL NEGOCIO DE LA VIVIENDA.
Pero, aunque cientos de miles de personas nos hemos manifestado para proteger un derecho básico, la ciudad de Barcelona continúa acogiendo un evento como THE DISTRICT, el congreso internacional de especuladores, donde representantes del mercado inmobiliario, bancos y fondos de inversión de todo el mundo se reúnen para profundizar en las dinámicas de expolio y acumulación que nos han llevado al escenario actual.
Y es que Barcelona es uno de los tableros de juego preferidos de los especuladores. Casi el 60% de las compras de viviendas que se hacen en la capital son sin hipoteca; compran vivienda para especular, para echarnos de casa masivamente, convertir los pisos en colivings y alquileres temporales, y cobrar alquileres a precio de lujo. Después dicen que falta oferta, pero no es verdad, la tienen secuestrada.
Pero el problema con The District va más allá, porque este evento está lleno de empresas y fondos vinculados al Estado de Israel, o que tienen capital israelí. Este año hemos conocido la colaboración existente entre la Sareb y KKR. La empresa pública del rescate bancario colaborando con un fondo de inversión israelí que participa directamente de la colonización del territorio palestino.
En esta edición de The District, encontramos empresas con vinculación directa o indirecta con el estado sionista, como Stoneweg, Autodesk, CBRE o el mismo Banco Sabadell.
Acoger The District evidencia la hipocresía descarada de las instituciones públicas, que dicen responder a las demandas de la sociedad, pero luego no solo son incapaces de proteger mínimamente el derecho a la vivienda sino que apoyan y subvencionan eventos como este, haciendo ver que es posible la coexistencia entre quienes defendemos un derecho y quienes se lucran de su inexistencia.
Y es que este año, el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por un PSC que ha hecho de la patronal inmobiliaria su aliado preferente, ha subvencionado este macrofestival de la especulación con 270.000 euros, 250.000 de los cuales se adjudicaron de forma totalmente opaca y bajo la premisa de ser una oportunidad para la ciudad de Barcelona.
Además, continúan promoviendo la participación de empresas sionistas en diferentes eventos para que puedan hacer negocio sin problemas. Son incapaces de garantizar el derecho a la vivienda porque gobiernan para los especuladores.
No solo eso. El año pasado el Ayuntamiento decidió militarizar la Fira, con un despliegue policial absolutamente desproporcionado, cargando contra los manifestantes que queríamos protestar ante un evento como este, y dejando más de cinco personas heridas, una de las cuales tuvo que ser operada de urgencia a causa de las lesiones que sufrió.
En este punto, absolutamente nadie puede sorprenderse ante la poca vergüenza que las instituciones públicas −y el actual Ayuntamiento de Barcelona en primera línea− tienen respecto al derecho a la vivienda, cosa que quedó demostrada de nuevo este pasado junio en el intento de macrodesahucio que sufrió el barrio de Vallcarca, detenido en el último momento por la movilización ciudadana.
Por todo ello, en el actual contexto de protestas y luchas contra el genocidio palestino, las entidades convocantes hacemos un llamamiento a la clase trabajadora de esta ciudad. Un año más, plantamos cara a los que negocian con nuestras casas y venden nuestra ciudad. ¡Echemos fuera a los que colaboran con el genocidio palestino!
Porque si ellos no protegen el derecho a la vivienda, lo haremos nosotras.
THE DISTRICT ¡NUNCA MÁS!
