El turismo nos roba el pan, el techo y el futuro

Manifiesto: El turismo nos roba el pan, el techo y el futuro
DEFENDAMOS LA CIUDAD, ¡DECRECIMIENTO TURÍSTICO YA!

El domingo 15 de junio, casi un año después de la gran manifestación contra la turistización en Barcelona, ​​volvemos a salir a la calle para defender la ciudad del expolio a la que la somete el monocultivo turístico, para denunciar que éste nos roba el pan, el techo y el futuro, y para exigir el decrecimiento turístico necesario para darle la vuelta a la situación.

TECHO
Nadie niega ya que la turistización agrava la especulación inmobiliaria y la expulsión del vecindario de nuestros barrios y de nuestra ciudad, pero solo contamos con un insuficiente PEUAT (Plan especial urbanístico de alojamientos turísticos) y una promesa en el aire sobre la supuesta eliminación de los pisos turísticos en el año 2028. Mientras tanto, hoteles y pisos turísticos, legales e ilegales, siguen usurpando miles y miles de viviendas que, recuperadas para el uso residencial y acompañadas de políticas públicas valientes, podrían mejorar mucho la situación y garantizar vivienda asequible en nuestra ciudad.

PAN
La situación habitacional se ve agravada por un mercado laboral demasiado dependiente también del turismo. Si bien la industria turística y la clase política se llenan la boca afirmando que el turismo trae puestos de trabajo, se olvidan de decir que se trata de trabajo explotador y muy mal pagado: horarios hiperflexibles, cargas de trabajo inasumibles, trabajo en muchos casos sin contrato y una media salarial del 60% de la general en la ciudad. Por lo tanto, avanzar en la especialización turística de la ciudad significa también empobrecer a su población para que unos pocos se enriquezcan.

FUTURO
Pero también hay que pensar en el planeta. Datos de la ONU demuestran que la actividad turística es responsable del 9% de las emisiones globales de CO₂, la mayoría de las cuales proceden del tráfico aéreo. A pesar de esto, todos los niveles de la administración pública parecen alineados y empeñados en la ampliación del aeropuerto de El Prat. La industria de cruceros, además de su impacto climático, quema los combustibles más nocivos del planeta, contamina el aire y las aguas, y tiene unos consumos de electricidad y agua inasumibles. En general, el sector turístico tiene una huella ecológica brutal en cuanto a impacto climático, contaminación del aire, generación de residuos y consumo de recursos, que hipoteca el futuro del planeta y de las nuevas generaciones.

Porque el turismo nos roba el pan, el techo y el futuro, urge cambiar el rumbo económico de la ciudad, reducir la actividad turística y generar y fortalecer otros sectores compatibles con la vida, así como destinar recursos a la formación y reinserción laboral de las personas que han trabajado en el sector y que no pueden ser, una vez más, los que paguen los platos rotos de una mala planificación.

Como la turistización no se detiene en los límites de la ciudad y ya afecta más allá, animamos a toda la gente de Barcelona y del Área Metropolitana a asistir a la manifestación del día 15 de junio. Ese día habrá movilizaciones en varios territorios de este sur de Europa, que no se resigna a ser el patio de vacaciones global al que han querido condenarnos: habrá manifestaciones también en Donostia, Mallorca e Ibiza, así como otras acciones en Menorca, Cantabria, Lisboa, Córdoba y algunas ciudades de Italia.

El domingo 15 de junio, nos vemos a las 12 h en los Jardinets de Gràcia para hacer nuestras las calles, reclamando decrecimiento turístico y luchando por defender el pan, el techo y el futuro que el turismo nos roba.

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